a L.
--------------
Durante dos días me las ingenie para
no soñar con ella. O con su madre, o con su hermana, o con los lagos que carga
en sus ojos. No estoy enamorado, es una obsesión trato de imaginarla en paz y
sin puchos. Pero hoy soñé con ella. No, no exactamente;
soñé con una señora igual a ella pero más serena, adulta, con mirada esquiva.
Yo me presentaba diciendo mi nombre, diciendo que la conocía del chat, diciendo
que quería saber cómo estaba.